sábado, 14 de abril de 2012

El y Ella!*

Ella sabía que era él el indicado; su mirada, ¡Qué mirada! La hacia sentir la mujer más hermosa del mundo. El la tomó de la mano con suavidad y ternura. Ella se queda sin habla, ya mas nada le importaba. Era él, sí él , el centro de su vida.

Caminaron de la mano por la solitaria calle, en busca de las palabras adecuadas. Pero estas no eran necesarias para expresar lo mucho que se amaban. Ella se sentía segura a su lado. Lo mira, se miran... el reposa apasionadamente sus labios en los de ella... y ella ya no podía lucir mas bella.

Vestidos de blanco ante un altar juraron estar juntos una vida entera. El la protegería ante cualquier adversidad y ella lo amaría de una manera incondicional. Con sus brazos la envolvió y se demostraron su amor. Ya no podían mas de felicidad. Eran ellos, sí ellos y nadie mas.

Y los meses continuaron pasando y el amor que tenía el uno por el otro se hacia cada vez más fuerte. Ella se mira en el espejo sabiendo que bajo su blusa un secreto escondía. Era mucho lo que el la conocía, y no tardo en descubrir que su vientre ya crecía.

Los ojos de ambos se llenaron de felicidad ¡Quien iba a pensar que sus sueños se hacían realidad! Sí, una ansiada hija pronto a sus vidas llegaría, el regalo que sin duda merecían. El amor de un padre no tiene comparación, que fruto más bello de un puro amor.

Pero el tiempo ha pasado, las cosas han cambiado ¡Sí! Para ella era un cuento de hadas, para él el cuento acababa. Las promesas no eran cumplidas y las caricias se volvían frías. Ella no lo logra entender y él no puede más del dolor. Ella no puede hacer nada para el tiempo detener y él no consigue hacer nada para darle su calor.

¿Que fue lo que nos paso, que poco a poco el amor de nosotros se alejo? Sera que ya no somos los mismos? Un extraño se ha metido en tu cuerpo y no deja que nos amemos como solíamos hacerlo.

Pero sólo el lo sabía, pronto iniciaría aquel viaje que los separaría. No supo que hacer, no encontró la salida. Y poco a poco de su amada huía. Conversaciones inconclusas, miradas desvanecidas, aquí comenzó la lucha que no pudo ser vencida.

Juramos estar juntos una vida entera !! Dijiste que me cuidarías !! Dijiste amarme por siempre... y ahora que? Todo se vuelve más gris. Todo lentamente se acaba y no hay nada que pueda hacer. Me dejas... nos dejas... y yo aquí amándote en la soledad de nuestro hogar.

Ella lo amaba, lo pensaba. Día y noche lo anhelaba. Necesitaba de sus labios, sus manos, su voz, su cálida piel... Seguía siendo él, el centro de su vida. Y ahí esta ella... esperando, esperando, y esperando...

domingo, 26 de febrero de 2012

Tu, mi agonía



"Agonía, completa y horrenda agonía, es como si te arrancan de pronto el corazón y te lo pisotean, no puedes respirar, no quieres comer, no funcionas, es el dolor mas intenso que jamás has sentido y no hay forma de aliviarlo, es una incesante y despiadante tortura y tu sabes que la sufrirás de por vida...!*"

sábado, 7 de enero de 2012

La voz a ti debida - Pedro Salinas


La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo

viernes, 6 de enero de 2012

The End...!*

En tu rostro ya no brillan esos ojos, se apagó
Los recuerdos ya no duelen, se olvidan
Las promesas no se cumplieron, se rompieron
Tu amor nunca existió y me dolió
Tus palabras ya no escucho, estas callado
Tus abrazos, se perdieron
Tu mano ya no complementa la mía, la aterroriza
Tu mirada, ya no es encontrada
Tus obsequios, desaparecieron
Tus llamadas, son desviadas
Tu sonrisa, ya no me alivia
Las invitaciones, ya fueron canceladas
El amor se desvaneció
El corazón ya se rompió
Las lágrimas no paraban
Y tu sinceridad no llegaba
Tu fidelidad no se cumplió
Y lo único que queda ahora es decirte... adiós.